Acerca de Mí
BloggerUn joven que Intenta ser una persona que vive sus ideales profundamente. Amante de la naturaleza, la tecnología, la diversidad,
Así se llamaba un tipo que un día decidió que ya estaba bueno de que su tierra fuera explotada y depredada por un grupo de “tutumpotes” que se creían dueños y señores de los ríos de la zona y de la vida de los que estaban en sus cuencas.
Empezó a crear conciencia en las comunidades de que era necesario unirse en contra de los explotadores, que no importaba que fueran millonarios, ellos eran más y era mucho más importante velar por el mantenimiento de ese ecosistema que los intereses económicos de dos o tres a los que no les interesaba nada más que su bolsillo.
Esa campaña de conciencia caló en muchas personas, recuerdo que siendo yo un adolescente aspirante a sacerdote jesuita, veía como se movilizaban las comunidades hacia las granceras para impedir que sacaran arena y materiales de los ríos de nuestra San Cristóbal. En un golpe de suerte el entonces presidente Fernández en su primer gobierno prohíbe la extracción, para dos días después tener que volver hacia atrás. Sencillamente los intereses eran muy poderosos.
Ya no se podía sostener aquello, los poderosos no iban a dejar que un grupo de ecologistas y campesinos les dañaran su imperio. Sixto apareció un día con un balazo en la boca, asesinado, cual nazareno por propugnar justicia, un medio ambiente limpio y derechos a cuidar las fuentes de agua. Recuerdo a su esposa, que es hermana de la persona que fue mi asesora en Pastoral Juvenil y veo el prototipo de mujer valiente, enfrentada, dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias el caso de su esposo matado.
Hoy que hay todo un avispero en la colectividad nacional, por que nuevamente han prohibido la extracción de arena de los ríos, recuerdo a ese muchacho Sixto Ramírez, y espero en Dios que esta vez sea la definitiva, y que el crimen de Sixto sea esclarecido para tranquilidad de sus familiares y de la provincia de San Cristóbal.
Es verdad que en Latinoamérica matan a la gente, pero no matan las ideas, por que esa semilla de conservacionismo hoy ya ha prosperado y al parecer ya ha desatado el accionar de las autoridades. Esperamos que no sea una movida política y que de verdad haya voluntad de enfrentar los intereses que hay en torno a estas empresas.
Ojalá no sean necesarios más Sixtos, ni más Manolos, ni más Caamaños para que nuestro país empiece a transitar un camino de Justicia, de Solidaridad, de Comunión. Siempre he escuchado que hay muertos que mientras mas baja su ataúd, más suben hacia la gloria. En la Gloria de los hombres buenos, Sixto Ramírez debe tener una leve sonrisa, una que sonará a carcajadas cuando sea definitiva la tranquilidad de los ríos Nizao, Yubazo y Nigua.
Muy profundas y acertadas tus palabras y aunque el camino que haya que recorrer es largo, todavía se me despierta un poco de esperanza.Como dices esperemos que no tengan que haber más personas asesinadas para hacer conciencia.Excelente articulo!Saludos!http://tecnometro.blogspot.com/
Definitivamente Santiago, aunque no debemos temerle a ser atacados por hacer lo correcto, espero que algún día la justicia y la solidaridad sean la base del desarrollo de nuestro país.