El poder político, católico o no, ni puede obligar a abrazar la fe religiosa que no gusta, ni puede impedir abrazar y profesar una fe que gusta” SS. Juan Pablo I

La Persona Espiritual

Lo que produce daño, no es la diversidad de nuestros dogmas, sino nuestro dogmatismo. Por eso, si cada uno hiciera aquello de lo que está firmemente convencido que es la voluntad de Dios, el resultado sería el más absoluto caos. La culpa de esto la tiene la certeza. La persona Espiritual conoce la incertidumbre, que es una estado de ánimo desconocido para el fanático religioso.

Anthony de Mello S.J

Acerca del Autor

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Te Puede Interesar Esto