La Fiebre no Está en las Sábanas

El recién nombramiento de un nuevo jefe para la desprestigiada Policia Nacional, no es un hecho que merezca la pena ser celebrado. El anterior comandante de esa institución, pasó con sus manos manchadas de sangre el cetro a otro policia, que se supone estár a la cabeza del organismo del estado encargado de garantizar la paz ciudadana y ser soporte del ministerio público en la persecución del crimen.

Rafael Guillermo Guzmán Fermín con mas de mil muertes en su expediente, pasó a ser asesor policial del presidente, a manera de mantenerlo en las arcas del estado, mientras que José Armando Polanco Gómez hereda una de las gestiones mas sangrientas en épocas democráticas en la República Dominicana, y tiene la titánica tarea de llevar la policía al siglo 21, introduciendo cambios dolorosos pero imprescindibles.

El pueblo dominicano sabio y conocedor de la idiosincracia que le caracteriza, ha popularizado una frase que refiere a los estados febriles del enfermo que deben ser tratados con el tratamiento justo, no con medidas “suaves” y poco agreasivas. “La Fiebre No Está en la Sábana”, y el problema de la Policia Nacional no es solamente el comandante de turno que tenga la institución. La agresión de la que fue objeto la familia Restituyo Féliz, apenas días de iniciado el nuevo mandato policial, testimonia que ahí, siguen existiendo los mismos elementos dañinos de pasadas administraciones.

La Policia Nacional, requiere una refundación, en la que TODO el cuerpo sea examinado y sean invitados a participar de él, ciudadanos con conciencia colectiva, que promuevan una cultura de paz y de respeto, juntos con los pocos que hoy dentro de la policia así lo hacen. La nueva Policia Nacional, debe ser un organismo civil, destetado a la fuerza del componente militar que el trujillato le imprimió, y que hoy se esfuerzan en mantener algunos jefes militares y policiales.

Es preciso contar con una fuerza donde haya servidores, expertos en materia forense, en investigación, en patrones de sangre, etc. tal y como existen en otras fuerzas policiales del mundo. Todos sus miembros deben ser universitarios al menos, y contar con un salario que los coloque fuera de las manos de los criminales, de manera que sea mas dificil comprarles, y garantizar su inmunidad, tal y como lo hacen ahora.

Por último, aspiramos a que la policia, cuente con el nivel de tecnificación que le permita, luchar contra un crimen organizado mas fuerte y enraizado en la sociedad dominicana. Un sólo cambio no basta, la Policia Nacional no puede seguir jugando en los dos frentes, pues se corre el riesgo de que se tranque el juego, y de ñapa también se cante capicúa.

La fiebre no está en las sábanas, por eso entendemos que se debe cambiar de una vez y por todas, toda la estructura de la policia, heredera de regímenes que alienaban los derechos del pueblo. Es un clamor de la mayoría de la sociedad, cualquier otra cosa que se haga es buche y pluma no más.

El recién nombramiento de un nuevo jefe para la desprestigiada Policia Nacional, no es un hecho que merezca la pena ser celebrado. El anterior comandante de esa institución, pasó con sus manos manchadas de sangre el cetro a otro policia, que se supone estár a la cabeza del organismo del estado encargado de garantizar la paz ciudadana y ser soporte del ministerio público en la persecución del crimen.

Rafael Guillermo Guzmán Fermín con mas de mil muertes en su expediente, pasó a ser asesor policial del presidente, a manera de mantenerlo en las arcas del estado, mientras que José Armando Polanco Gómez hereda una de las gestiones mas sangrientas en épocas democráticas en la República Dominicana, y tiene la titánica tarea de llevar la policía al siglo 21, introduciendo cambios dolorosos pero imprescindibles.

El pueblo dominicano sabio y conocedor de la idiosincracia que le caracteriza, ha popularizado una frase que refiere a los estados febriles del enfermo que deben ser tratados con el tratamiento justo, no con medidas “suaves” y poco agreasivas. “La Fiebre No Está en la Sábana”, y el problema de la Policia Nacional no es solamente el comandante de turno que tenga la institución. La agresión de la que fue objeto la familia Restituyo Féliz, apenas días de iniciado el nuevo mandato policial, testimonia que ahí, siguen existiendo los mismos elementos dañinos de pasadas administraciones.

La Policia Nacional, requiere una refundación, en la que TODO el cuerpo sea examinado y sean invitados a participar de él, ciudadanos con conciencia colectiva, que promuevan una cultura de paz y de respeto, juntos con los pocos que hoy dentro de la policia así lo hacen. La nueva Policia Nacional, debe ser un organismo civil, destetado a la fuerza del componente militar que el trujillato le imprimió, y que hoy se esfuerzan en mantener algunos jefes militares y policiales.

Es preciso contar con una fuerza donde haya servidores, expertos en materia forense, en investigación, en patrones de sangre, etc. tal y como existen en otras fuerzas policiales del mundo. Todos sus miembros deben ser universitarios al menos, y contar con un salario que los coloque fuera de las manos de los criminales, de manera que sea mas dificil comprarles, y garantizar su inmunidad, tal y como lo hacen ahora.

Por último, aspiramos a que la policia, cuente con el nivel de tecnificación que le permita, luchar contra un crimen organizado mas fuerte y enraizado en la sociedad dominicana. Un sólo cambio no basta, la Policia Nacional no puede seguir jugando en los dos frentes, pues se corre el riesgo de que se tranque el juego, y de ñapa también se cante capicúa.

La fiebre no está en las sábanas, por eso entendemos que se debe cambiar de una vez y por todas, toda la estructura de la policia, heredera de regímenes que alienaban los derechos del pueblo. Es un clamor de la mayoría de la sociedad, cualquier otra cosa que se haga es buche y pluma no más.