Cuando Vinieron Por mí, No había Nadie para Protestar

“Toda persona tiene derecho de asociarse con fines lícitos, de conformidad con la ley… Toda persona tiene el derecho de reunirse, sin permiso previo, con fines lícitos y pacíficos, de conformidad con la ley.
Artículos 47 y 48, Constitución de la República Dominicana

Hoy amanecimos sorprendidos por la acción de la policía nacional dominicana de desalojar un campamento que estaban instalando en las inmediaciones del congreso nacional, activistas que buscan la despenalización del aborto en 3 circunstancias especiales.

Todos los que me leen conocen que no estoy de acuerdo con la despenalización del aborto. Considero que el bebé en formación está amparado por el art. 37 de la constitución y que además, también está protegido por la Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969 (El llamado Pacto de San José), que en su artículo 4.1, destaca la protección por parte del estado del derecho a la vida “en general, a partir del momento de la concepción“, entendiéndose el concepto “en general”, luego de la implantación del embrión en el útero materno, como se desprende de la sentencia del caso Artavia Murillo vs Costa Rica.

Mi punto aquí es la violación al derecho que tienen los que abogan por la despenalización del aborto en 3 causales a reclamar, y formular peticiones a los poderes públicos (amparados en el art. 22 de la constitución), a reunirse libremente y a asociarse para empujar una causa a la que ellos le ven validez.

Muchos me dirán que con el actual estado de emergencia, algunos derechos constitucionales pueden ser revocados, y tienen razón, pero la jurisprudencia que implica que frente al palacio nacional haya también un campamento que no ha sido molestado, da por entendido que pacíficamente, como estaban no creaban un problema para nadie. La policía (que en honor a la verdad, se acercó de manera amable y respetuosa a pedirles que levantaran el campamento), se desesperó al ver la negativa de las damas allí presentes y arremetió contra las casas de campaña despertando a las que aún permanecían en brazos de Morfeo.

Los que han apoyado esta acción deben estar conscientes de que en cualquier momento la torta se puede voltear, quedando ellos como a los que se le vulneren los derechos. En estas situaciones, debemos exigir que el derecho sea protegido, sin importar quien sea el que lo exija, pues de ahí es que podremos los demás contar con el debido respeto en el futuro. Celebrar hoy que a un grupo se le vulneren derechos, es ver con ojos aturdidos, como en el futuro esos derechos pueden ser vulnerados a nosotros.

“Primero vinieron” es un poema muy conocido, escrito por Martin Niemöller, que trata precisamente de la cobardía e indiferencia de aquellos que prefirieron dejar que el estado abusara y cometiera arbitrariedades contra los ciudadanos, porque no era con ellos que se estaban metiendo; hasta que les tocó su turno. No esperemos que no haya nadie para protestar cuando nos lleven a nosotros.